La piscicultura está equipada con un sistema de tratamiento de ozono inédito, diseñado para reducir el consumo y descarga de agua. Cuando se usa ozono en instalaciones más grandes, generalmente se limpia y desinfecta el 4-5% del flujo de agua. En contraste, en “Rookwood 2” el ozono es inyectado en la corriente de agua, para que todo el flujo sea tratado de forma permanente.
El gerente general de Billund Aquaculture Australia, Patrick Tigges, dijo al respecto que “este sistema no se ha implementado en ninguna otra región del mundo. Pero ahora estamos en el proceso de diseñar instalaciones con esta tecnología, porque es más eficiente en comparación con cualquier otro sistema de desinfección y limpieza de agua que haya visto”.
Esta innovación tecnológica se desarrolló en parte debido a la necesidad del cliente de cumplir con las estrictas regulaciones y restricciones ambientales existentes en Tasmania.
Un importante desafío enfrentado al desarrollar este proyecto fue encontrar mano de obra calificada en el sur de Tasmania, zona mayoritariamente rural. Sin embargo, afortunadamente, nuestro cliente Tassal pudo ayudarnos con trabajadores altamente calificados, junto con presentarnos a experimentados contratistas locales, que posteriormente formaron la base de nuestra presencia actual en Australia.
“Debido a este proyecto, el tiempo que pasé allí y las personas que conocí, me di cuenta no solo de que había un negocio futuro para nosotros, sino que de hecho existía la oportunidad de crear una empresa capaz de establecer un negocio de manera más permanente. En última instancia, esto condujo en 2017 a lo que es Billund Aquaculture Australia. Eso no hubiera sido posible sin la experiencia que nuestra compañía obtuvo en Rookwood”, dijo Patrick Tigges.