Según el gerente general de Billund Aquaculture Australia, Patrick Tigges, los principales objetivos de este proyecto eran construir una instalación capaz de producir smolts grandes (~600 g), con “descarga cero” de residuos, y centrado en la flexibilidad para diferentes escenarios de producción.
“Flexibilidad fue la palabra más utilizada en cada reunión de diseño y en cada discusión que tuvimos. El cliente confiaba en cultivar smolts hasta aproximadamente los 450 g, basándose en su experiencia con otros sistemas. Asimismo, habían criado smolts hasta 1 kg en ensayos de investigación. Entonces, querían lograr la flexibilidad existente entre esos tamaños”, dijo el ejecutivo.
Con un diseño que combina nuevas tecnologías que nunca se habían usado juntas, tomó 18 meses diseñar, construir e implementar esta nueva unidad productiva. Sin embargo, inmediatamente después de su lanzamiento comenzó a mostrar resultados prometedores.
“Antes de la pandemia, tenía clientes de todo el mundo que venían a Tasmania para ver esa instalación… y no solo desde la industria del salmón”, dijo Tigges, refiriéndose a la atención e interés que generó la vanguardista piscicultura.
Lo invitamos a leer más sobre nuestro análisis de caso de febrero, el primero de una serie de informes mensuales sobre las instalaciones más asombrosas que hemos desarrollado.